 |
|
ESCRIBIRME
|
CLEOPATRA
DE
CECIL B. DEMILLE
Antes de escribir sobre la película de Cecil B.DeMille, quiero hacer una puntualización sobre la CLEOPATRA de Elizabeth Taylor... No podrá existir nunca un film como el de Joseph L Mankieviz... los años le han otorgado licencia de obra de culto... La belleza de Elizabeth ha pasado a la historia, encarnando a la reina de Egipto, y considero el film mucho mas que una obra maestra.
|
No es un secreto a voces que muchas de las películas de Cecil B. DeMille fueron grandiosas en el sentido más riguroso de la palabra. Cleopatra, sin ningún género de duda lo es. Pero, además de la grandiosidad que DeMille ofreció a Hollywood y que iría perfeccionando a lo largo de los años hasta llegar a las fastuosidades de los cincuenta, esta película es extremadamente interesante por las actuaciones y por un sólido guión que demuestra que Hollywood, en aquellos momentos, lideraba las formas victorianas de sólo unos años atrás. Colbert realiza una actuación impresionante ofreciendo una clase magistral de registros en poco más de noventa minutos de metraje. En ellos consigue pasar de reina a mujer y de mujer a reina con una asombrosa facilidad, tanta que debería ser obligatorio para muchas divas actuales visionar este trabajo. Las actuaciones masculinas parecen más atadas al mudo, más faciales sin ningún género de duda. Colbert ejecuta su interpretación con el cuerpo, sin necesidad de excesos ni de añadidos más allá que la expresividad de su figura da a entender sentimientos y pasiones con una modernidad asombrosa. Si a todo esto añadimos la fastuosidad del vestuario, la habilidad que siempre ha demostrado este director para mover masas y la espectacularidad de muchas escenas, el cuadro que se presenta es de lo más interesante. Hay que centrarse por un momento en los vestuarios que dejan moverse los cuerpos con total naturalidad, que suponen una oda al cuerpo femenino, con seda y brillos, dando a la belleza de una mujer que fue capaz de conquistar y cambiar los planes de los hombres más poderosos de su época. Hay que fijarse en esos detalles de un mundo vivo y falto de los suficientes prejuicios para poder mostrar ese espectáculo en las pantallas.
 |
 |
Cleopatra es una
película de 1934 dirigida por DeMille y distribuida por Paramount
Pictures.... Cuenta la historia de Cleopatra VII de Egipto. El film fue escrito
por Waldemar Young, Vincent Lawrence y Bartlett Cormack...Claudette Colbert
encarna a Cleopatra, Warren William es Julio César, Henry Wilcoxon es Marco
Antonio, Joseph Schildkraut es el rey Herodes el Grande, y Ian Keith es Octavio. En 1934, el Código Hays
acababa de ponerse en marcha así que DeMille tuvo que utilizar más el ingenio
que en anteriores producciones, por ejemplo nada más comenzar, podemos ver a una mujer
desnuda escondida detrás de un quemador de incienso. Para los amantes del cine y
mitómanos el
nombre de Cecil B. DeMille está asociado para siempre a las grandes súper
producciones de temas históricos o bíblicos, pero también películas de
aventuras con lujosos presupuestos y repartos, desde “Rey de reyes” a “Sansón y Dalila” o “El mayor espectáculo del mundo”. Mitchell Leisen, que había trabajado
a menudo con él como decorador o figurinista, confirmaba su legendaria
reputación de megalómano al declarar que DeMille todo en él
estaba escrito con grandes letras de neón y con mayúsculas. Tras debutar en el
cine mudo con un western, “El mestizo”, en 1914, Cecil B. DeMille mostró
enseguida su gusto por el espectáculo y la reconstrucción histórica, filmó
en 1917 “Juana de Arco”, pero también la comedia satírica que prefigura lo
que será más tarde la comedia sofisticada en el cine de Hollywood. Luego se
convirtió en uno de los principales directores de la “Paramount”, en donde
dirigió esta versión de “Cleopatra” con un lujoso sin precedentes. rodeando todo
a reina egipcia, el mismo Wilcoxon 22 años después haría de generalísimo
egipcio en “Los diez mandamientos”, una de las principales obras maestras, como
así consta en la historia el cine y más conocidas
de Cecil B. DeMille en la década de los cincuenta. Todo en ella es
impresionante, colorido, decorados, vestuario, alzando la figura de Mises y
Ramses a limites que aún perduran en la memoria de todos..
Claudette Colbert logra dos secuencias de seducción absolutamente modernas y antológicas, repletas de erotismo, la primera cuando Cleopatra se introduce enrollada en una alfombra en el cuartel general de Julio César, desbaratando el complot que se ha urdido contra ella. La segunda cuando seduce a Marco Antonio, haciéndole beber, mientras un espectáculo musical es animado por odaliscas disfrazadas de panteras. El talento cómico de Claudette Colbert es bien utilizado por DeMille que sabe unir en su justa medida las escenas intimistas con las más espectaculares, utilizando diálogos de indudable modernidad. En los comienzos del cine sonoro, “Cleopatra” es sin duda una película espectacular, una súper producción que prefigura la carrera de Cecil B.DeMille. Cuádrigas, danzas orientales, multitud de soldados, ciudadanos romanos, esmerados decorados, sexo, erotismo y espectáculo. La película ganó el Óscar a la mejor fotografía (Víctor Milner), y fue nominado a la mejor película, mejor asistente de dirección (Cullen Tate), mejor montaje (Anne Bauchens), y mejor sonido (Franklin Hansen).
 |
Cleopatra compite con su hermano Ptolomeo por el control de Egipto. Pothinos la secuestra y a Apolodoro y los deja en el desierto. Cuando Pothinos le informa a Julio César que la reina ha huido del país, César está listo para firmar un acuerdo con Ptolomeo cuando aparece Apolodoro, llevando una alfombra de regalo para los romanos. Cuando la desenrolla, Cleopatra emerge, para sorpresa de Pothinos. Él trata de negar quién es ella. Sin embargo, César ve a través del engaño y Cleopatra engaña a César con la perspectiva de las riquezas no solo de Egipto, sino también de la India. Más tarde, cuando aparentemente están solos, ella ve una sandalia que se asoma por debajo de una cortina y arroja una lanza a los Pothinos ocultos, frustrando su intento de asesinato. César convierte a Cleopatra en la única gobernante de Egipto. César regresa a Roma con Cleopatra para aplaudir a las masas, pero la inquietud romana se dirige a Cleopatra. Cassius, Casca, Brutus y otros romanos poderosos sospechan que tiene la intención de abolir la República Romana y hacerse emperador, con Cleopatra como su emperatriz....después de divorciarse de Calpurnia... Ignorando los presentimientos de Calpurnia, Cleopatra y un adivino le advierte sobre los idus de marzo , César va a anunciar sus intenciones al Senado, pero antes de hacerlo, es asesinado.
Cecil B. DeMille…
desarrolla el film basado en hechos históricos.... La película se rueda en los
platós de Paramount Studios, y en los desiertos de Siria, producida totalmente
por la Paramount, se estrena el 5-X-1934, en los Estados Unidos. En la película
abunda el lujo, el gran espectáculo, la belleza, las grandes masas y unos
decorados que no han tenido precedentes.. El director combina la
espectacularidad: entrada de César y Cleopatra en Roma, y la llegada de César al
Senado. En otras ocasiones combina la grandiosidad con la acción: batalla naval
y batalla terrestre de Accio, Algunas escenas
multitudinarias como la fiesta de Calpurnia en Roma, la de Cleopatra en
Alejandría, y los espectáculos en el interior de la nave de Cleopatra en una
travesía cerca de Alejandría.
Incorpora escenas blancas de punzante erotismo, como la de las muchachas
disfrazadas de tigresas sometidas y dominadas por un domador. Es rica en
sugerencias la secuencia de la seducción de Marco Antonio en la nave de Cleopatra. Hace uso de apuntes crueles, como la gran rueda de púas que aplasta a
los guerreros en la batalla de Accio, rostros ensangrentados y desfigurados por
la lucha, el ensañamiento en el asesinato de César, etc. Ofrece dos planos
submarinos sorprendentes, que acompañan la batalla naval de Accio. Añade un
punteado de humor sofisticado, con referencias a la muerte.
 |
Este es el séptimo film sonoro del realizador, que se adaptó con
rapidez y comodidad a las nuevas técnicas. Formó parte del lote de films
vendidos por la Paramount a la Universal en un momento de dificultad económica.
Otros films dedicados a la figura de Cleopatra, como son “César y Cleopatra”,
“Las legiones de Cleopatra”, la extraordinaria “Cleopatra” de (Mankiewicz,
“Marco Antonio y Cleopatra”. La música, de Rudolph G. Kopp, envuelve la acción
en una atmósfera sonora de musical americano grandilocuente. La fotografía, de
Victor Milner combina planos generales que resaltan la espectacularidad con
planos medios y primeros planos más intimistas. La cámara se mueve con
diligencia sin escatimar desplazamientos vertiginosos. El vestuario y los
decorados interiores reproducen la estética de la “Belle Époque”, con añadidos
de tocados egipcios.... Colbert pone de manifiesto sus dotes de gran actriz.
Restaurado digitalmente, hoy en dia, el film elogia la alegría de vivir, los
juegos de seducción, la capacidad de resistencia, la lucha por la independencia,
el gusto por el espectáculo y el amor verdadero.
En la batalla naval de Accio, sus tropas y las de Marco Antonio son derrotadas
por Octavio. Cleopatra es manipuladora, sensual y poderosamente seductora. Julio
César es austero, fuerte, rudo, sincero, aficionado a las innovaciones mecánicas
para usos militares, la puntualidad y la diligencia. Siente pasión por el
ejercicio del poder y la conquista de nuevos territorios. Goza de un sutil y
agudo sentido del humor. Las preferencias de Marco Antonio son la bebida, la
vida ociosa, la indolencia, los juegos de seducción y de amor y el lujo. El film
suma drama, historia, romance y guerra. El realizador se apoya en referencias
históricas muy conocidas y míticas que usa como marco para el desarrollo de un
relato melodramático con toques trágicos. Sobre esta base construye un film
comercialmente atractivo y capaz de movilizar a un público mayoritario. No le
interesan los hechos históricos, que toma en su versión más plana, superficial y
comercial, sin añadirles ninguna acotación analítica. Extrae de ellos un relato
melodramático destinado a complacer los gustos populares menos exigentes. Con
todo, la obra se presenta dotada de una memorable espectacularidad, un ritmo
narrativo muy satisfactorio, una atractiva sensualidad y un admirable
efectismo....Total. cine en estdo puro.
Al servicio de la espectacularidad emplea a 8.000 extras, decorados monumentales, grandes movimientos de grúa y vistosas escenas multitudinarias. Cuida con particular atención la sensualidad de las escenas, que convierte en animados festines de baile, música, vino, lujuria y gula, sin cruzar nunca los límites de su estricta concepción mormónica de lo socialmente admisible. Presenta a Claudette Colbert como la mujer más hermosa, y seductora. Al servicio de este objetivo pone un vestuario brillante y de gran sensualidad, que somete a constantes cambios de formas, diseños y colores....Pero el film sigue y Cleopatra está desconsolada por las noticias de Marco Antonio. Al principio, ella quiere ir con él, pero Apolodoro le dice que no la amaba, solo su poder y riqueza, y que Egipto la necesita. Los rivales amargos Marc Antony y Octavian son nombrados co-gobernantes de Roma. Antonio, desdeñoso de las mujeres, invita a Cleopatra a reunirse con él en Tarso , con la intención de llevarla de regreso a Roma como cautiva. Enobarbo, su amigo cercano, advierte a Antonio que no se reúna con Cleopatra, pero se va de todos modos. Ella lo atrae a su barca y organiza una fiesta con muchas bellas bailarinas, y juntos navegan a Egipto. El rey Herodes, que se ha aliado secretamente con Octavian, visita a los amantes. Informa a Cleopatra en privado que Roma y Octavio pueden ser apaciguados si Antonio fuera envenenado. Herodes también le dice a Antonio lo mismo, con los roles invertidos. Antonio se ríe de su sugerencia, pero una Cleopatra reacia, al recordarle su deber a Egipto por Apolodoro, prueba un veneno para ver cómo funciona. Sin embargo, antes de que Antonio pueda beber el vino fatal, reciben noticias de que Octavio ha declarado la guerra.
 |
 |
Antonio ordena a sus
generales y legiones que se reúnan, pero Enobarbo le informa que todos han
abandonado la lealtad a Roma. Enobarbo le dice a su compañero que puede
arrebatarle el control de Roma a Octavio haciendo que maten a Cleopatra, pero
Antonio se niega a considerarlo. Enobarbo se despide de Antonio, ya que no
luchará por una reina egipcia contra Roma. Una breve secuencia de montaje
muestra la lucha entre las fuerzas de Antonio y Octavio, que termina en la
batalla de Actium. Antonio lucha con el ejército egipcio y es derrotado. Octavio
y sus soldados rodean y sitian a Antonio y Cleopatra. Antonio se burla de él
cuando se ofrece a luchar contra ellos uno por uno. Sin su conocimiento,
Cleopatra abre la puerta y ofrece ceder Egipto a cambio de la vida de Antonio en
el exilio, pero Octavio lo rechaza. Mientras tanto, Antonio cree que ella lo ha
abandonado por su rival y se apuñala. Cuando Cleopatra regresa, ella está
desconsolada al encontrarlo muriendo. Se reconcilian antes de que él perezca.
Luego, con las puertas abiertas, Cleopatra se suicida con una serpiente venenosa
y se encuentra sentada en su trono, muerta.
Cecil B.DeMille narra la vida de la reina de Eipto y sus diversas conexiones
sentimentales, de poder con Roma con un sentido del ritmo y de lo visual
maravillosamente efervescente. En este filme nada es rutinario, todo rezuma
pasión, belleza, exotismo... A DeMille no le interesaba demasiado la veracidad
de los sucesos históricos sino que los adapta para realizar una obra artística
que refleja su concepto de la narración cinematográfica.
 |
Obra atrayente, sintética, exuberante, con buenas interpretaciones, en ocasiones adolece de cierta falta de profundidad, quizás atribuible al guión; principalmente en lo que a la descripción de algunos personajes y situaciones se refiere. Eso no impide que alcance categoría de obra maestra. Cleopatra de Cecil B.De Mille resulta sin duda una sublime obra cinematográfica especialmente disfrutadle para los amantes del cine artístico y apasionado. Esta película me resulta un tanto atípica, en el sentido de que es otra evocación por parte de Cecil B. DeMille del exotismo y la sensualidad de la Antigüedad, pero sin la coartada cristiano-bíblica de sus otras obras, como EL SIGNO DE LA CRUZ, SANSÓN Y DALILA, LOS DIEZ MANDAMIENTOS.. Ni que decir tiene que la historia (con mayúsculas) es lo de menos. Todo es una excusa para un desfile de decorados barrocos y grandiosos, vestuarios exóticos y fantasiosos y coreografías fastuosas, con un derroche de fantasía visual inspirado en la iconografía de lo que se conocía en aquella época sobre el mundo antiguo y que en nada desmerece a otras obras de DeMille. Claudette Colbert está soberbia, como siempre, llena la pantalla con sólo aparecer... Actriz magnífica y con interpretaciones llenas de matices, sigue convenciendo mucho más en sus clásicos papeles de chica voluntariosa en sus comedias de enredo de los años treinta y de abnegada madre de familia en sus no menos clásicos dramas de los años cuarenta. Y es que era demasiado angelical y le faltaba esa pizca de mala uva que necesitaba para estos otros papeles de mujeres del mundo antiguo. Naturalmente sus partenaires se convierten, a su lado, en meros secundarios, pues la actriz eclipsa a todos. Muy bien Warren William, perfecto para el calculador y seguro de sí mismo Julio Cesar, y Henry Wilcoxon convincente como el varonil, y vulnerable Marco Antonio.
Por lo demás, no se hace aburrida en ningún momento, pues DeMille era un excelente narrador, lo dicho, aquí la Historia (con mayúscula) no es más que un recurso de DeMille para montar su espectáculo, que emplea no con suaves pinceladas, sino con brillantes secuencias, porque a fin de cuentas sus películas no iban dirigidas a un público refinado, sino al publico hambriento que sufría los efectos de la Depresión y que buscaba en el cine evadirse de sus problemas de subsistencia, como soporte de la historia, es la verdadera historia de César, Marco Antonio y Cleopatra.
 |
Recomiendo verla ahora, en pleno siglo XXI, para reconocer el talento, la maestría y la grandiosidad de un hombre llamado:
Cecil B.DeMille.
